Recordemos el pasado. A 15 años de la Reforma educativa. EGB y Polidomal.Diez años de enseñanza obligatoria.


Comienzo de clases con reforma educativa

Cambios: la nueva estructura pedagógica impulsada por el Ministerio de Educación prevé diez años de enseñanza oblgatoria.

El inicio del ciclo lectivo 1996 que se concretará mañana en 11 provincias y en las escuelas primarias de la Capital Federal coincidirá con el lanzamiento de la reforma educativa que prevé diez años de enseñanza obligatoria.

La nueva estructura comenzará a aplicarse gradualmente en el denominado primer ciclo de la escuela general básica que reemplazará a primero segundo y tercer grado del tradicional sistema.

A pesar de la resistencia manifiesta de los gremios docentes que en rechazo a la iniciativa oficial dispusieron un paro nacional para el 21 el Gobierno decidió instrumentar el proyecto educativo.

El nudo central del nuevo sistema es establecer una serie contenidos básicos que sean comunes a todas las escuelas del país.

El titular de la cartera educativa Jorge Rodríguez admitió que «serán muy pocos los cambios que se percibirán en las aulas este año» ya que en los primeros grados no se incorporarán grandes modificaciones.

El presidente Menem inaugurará oficialmente mañana el ciclo lectivo en una escuela de Tartagal en Salta.

Se amplía en tres años la enseñanza obligatoria

De a poco: las modificaciones serán paulatinas y afectarán por ahora a los tradicionales primero segundo y tercer grado.

El reemplazo de los tradicionales siete años de escolaridad primaria por los nueve años de escuela general básica (EGB) y obligatoria más la última sala del preescolar será el cambio más significativo de la reforma del sistema educativo que comenzará a ponerse en marcha mañana en la Capital Federal y en 11 jurisdicciones escolares con el inicio del ciclo lectivo 1996.

Según la ley federal de educación sancionada en abril de 1993 los cambios serán progresivos y llegarán a las aulas en distintas etapas. Las modificaciones afectarán desde mañana a los tres primeros años del ciclo escolar o sea a los tradicionales primero segundo y tercer grado.

Cambios de contenidos

Los cambios se apreciarán en los contenidos de los programas de lengua y matemática a los que se sumarán la incorporación de dos nuevas materias a partir del primer grado: tecnología y formación ética y ciudadana. Las escuelas dejarán para los años sucesivos la instrumentación de los cambios previstos a partir de cuarto grado.

El nudo central de la reforma que la mayoría de las jurisdicciones espera poner en marcha en 1997 lo constituirá el último tramo de la citada escuela general básica que reunirá en un ciclo de tres años a los actuales séptimo grado y los dos años iniciales del secundario (primero y segundo de la escuela media).

Entre otros puntos de la ambiciosa reforma los cambios contemplan también para más adelante la renovación del modelo de enseñanza secundaria que se convertirá en tres años de educación polimodal en los que se intentará articular la realidad escolar con el mundo del trabajo. Esta modalidad no es considerada todavía obligatoria.

El preescolar debe esperar

Se dejó para el año próximo al menos en las escuelas de la Capital Federal y de varias jurisdicciones la exigencia de obligatoriedad de la última sala de preescolar para chicos de cinco años contemplada en la reforma para comenzar este año.

Hay que decir que la provincia de Buenos Aires que comienza su calendario escolar el 11 prefirió no coincidir con el resto del país y encarar «una reforma superadora» según sus impulsores que afectará a primero cuarto y séptimo grado.

En cuanto al sistema de promoción que provocó dudas entre los propios docentes la reforma no producirá variantes. Si bien los grados formarán orgánicamente el primer ciclo la promoción será como era hasta el año último: por grados.

No se avizoran grandes cambios en lo inmediato

Desafío: el Gobierno deberá encontrar los medios para renovar el ánimo de los docentes herramientas claves para el éxito de la reforma.

Sería una falta de realismo suponer que con la puesta en marcha de la reforma educativa desaparecerán automáticamente los problemas y la cadena de ineficiencias que padece hoy a pasos del siglo XXI el sistema educativo actual.

Más aún cuando de la boca del ministro Rodríguez se escucha que no serán muy palpables los cambios en las aulas a partir de mañana.

La reforma educativa aseguran sus impulsores se presenta como gradual y progresiva y aspira a tornar más dinámica la actividad que desarrollan los alumnos en las aulas.

Lejos de contemplar grandes innovaciones en la práctica escolar cotidiana la actualización de los enfoques y contenidos metodológicos en los programas será la característica.

Polémicas por los contenidos

Sin embargo si bien las discusiones ideológicas y doctrinarias de los contenidos básicos comunes (la clave de los programas de estudios para todos los niños de nuestro país entre los 5 y los 14 años) predominaron durante el proceso de elaboración de lo que se conocerá como la nueva escuela no quedan atrás las aisladas propuestas que salieron al ruedo en los últimos meses para acompañar la marcha de la reforma.

Entre ellas se encuentran las polémicas desatadas por diversas iniciativas como la extensión del calendario escolar con la pretensión de llegar a los 190 días de clase a despecho del tradicional receso de verano la pretendida supresión de las amonestaciones en las escuelas porteñas la nunca explicada propuesta de restringir los recreos y la interminable controversia que arrastra Graciela Giannettasio en la provincia de Buenos Aires en su afán de dar preeminencia al inglés en detrimento del francés y del italiano.

Caminos distintos

Mientras el Ministerio de Educación se desliga de estas propuestas y afirma que se trata de cuestiones que se resolverán en cada jurisdicción los docentes comenzaron a transitar ya el camino de la actualización de sus conocimientos mediante programas de capacitación que varían en cada distrito.

Si bien la meta es llegar al 2000 con la plena aplicación educativa las estrategias y los caminos elegidos son diversos.

Así en la Capital la nueva estructura comenzará este año en primero segundo y tercer grado pero en las vecinas escuelas bonaerenses los cambios se aplicarán en primero cuarto y séptimo grado.

Ello es así en virtud de la proclamada autonomía federal aunque algunos prefieren atribuir tal diversidad de criterios a signos de autonomía política que intentarían desde el distrito gobernado por Duhalde.

En definitiva ¿qué cambios encontrarán los chicos en el colegio a partir de mañana? Pocos en realidad de acuerdo con lo previsto para este año. Pero más allá de los cambios en los contenidos de los programas escolares el principal desafío será encontrar incentivos para renovar el ánimo de los docentes que son la herramienta indispensable para llevar adelante la ambiciosa reforma.

Mariano de Vedia

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