LA TERCERA ETAPA PERONISTA (1973-76) 2


EL REGRESO DE PERÓN

El 17 de noviembre de 1972, en medio de una lluvia torrencial y refugiado bajo el paraguas protector de José I. Rucci, llego al país Juan Domingo Perón, acompañado por su esposa y por López Rega.
Instalado en el chalet de Vicente López, Perón desplegó una intensa actividad alternando el dialogo con dirigentes de todos los partidos políticos.
Tal como lo pone de resalto las crónicas de la época hasta el Dr. Ricardo Balbín tuvo una reunión con el General Perón, quien ingresara a la casa, por el fondo asistido de una escalera, desde aquel entonces nació, una corriente de reciproca cordialidad, entre ambos políticos.
Tras arduas negociaciones, se llevo a cabo una reunión multitudinaria donde nació el FREJULI (Frente Justicialista de Liberación).
En menos de un mes de su llegada al país, el viajero había cumplido con la misión que lo trajo a Bs. As. E incluso quedaron hechos los arreglos para integrar la formula presidencial del FREJULI: Campora-Solano Lima.
El 14 de diciembre de ese año, Perón abandono el país, aunque sin poder zanjar las dificultades suscitadas con la juventud peronista de inclinación extremista, que habia tenido López Rega con sus primeros enfrentamientos.

“A las elecciones convocadas para el 11 de marzo aparte de Campora-Solano Lima por el FREJULI, se presentaron las formulas de la Unión Cívica Radical: Balbín-Gamondi; Alianza Popular Federalista: Manrique-Martínez Raimonda; Alianza Popular Revolucionaria: Alende-Sueldo. El brigadier Ezequiel Martínez terció también en la puja electoral, apareciendo como el eco tardío de la frustrada ilusión del GAN.” (pag. 133 de Irigoyen a Alfonsin de Felix H. Laiño, editorial Pluz Ultra)
“Las cifras del escrutinio, conocidas a medianoche del 11 de marzo, no sorprendieron: Campora, 49,50%; Balbín, 21,3%; Manrique 14,9%; Alende 7,4%, quedando el brigadier Martinez en ultimo lugar.” (pag. 134 de Irigoyen a Alfonsin de Felix H. Laiño, editorial Pluz Ultra).

“De acuerdo con la reforma electoral (Mor Roig había instituido el “ballotage”) correspondía llamar a nuevos comicios con la intervención de los dos candidatos más votados porque ninguno había obtenido la mitad más uno de los sufragios; pero, ante la claridad del veredicto popular, Lanusse resolvió omitir la segunda convocatoria, proclamando el triunfo de la fórmula Campora-Solano Lima.” (pag. 134 de Irigoyen a Alfonsin de Felix H. Laiño, editorial Pluz Ultra).

EL GOBIERNO DE CAMPORA

Tal como lo señalan algunos autores la formula “Campora en el gobierno, Perón al poder” se presto a diversas interpretaciones.
Por un lado estaban los que sostenían que impedido por Lanusse de presentarse como candidato en las elecciones del 11 de marzo, utilizo a Campora como un puente transitorio para llegar a la presidencia de la nación, que fue en definitiva lo que sucedió.
En cambio otro sector, sostiene que los planes de Perón eran otros, pues se dijo que lo que realmente quería de su fiel servidor era que controlara a la guerrilla. Así Perón podría presentarse ante los pueblos de toda América, a través de una gran gira continental que le abriría las puertas de la historia, como el líder de la “tercera posición” que aspiraba a resucitar ante las dos grandes potencias que se disputaban el dominio del mundo.
Esta ultima hipótesis, jamás pudo ser corroborada por una gran razón: Campora NO pudo controlar a la guerrilla.

El 25 de mayo de 1973, Héctor Cámpora asumió la presidencia de la Nación, pero a pesar de la gran importancia que este hecho revestía para la democracia argentina, este día fue vivido por los argentinos como una gran pesadilla.
Pues, tal como lo pone de manifiesto el periodista Felix H. Laiño en su libro Irigoyen a Alfonsin “Los montoneros, el ERP y todas las organizaciones similares fueron sus protagonistas, tras adueñarse de la Plaza de Mayo para asistir a la ceremonia de la transmisión de mando. No se limitaron al estruendo de su presencia y la proclamación de sus consignas revolucionarias. Las Fuerzas Armadas, que habían tendido sus líneas para desfilar ante los nuevos mandatarios, fueron hostilizadas y vejadas hasta el limite de una reacción armada que milagrosamente no se produjo. Y los agravios se extendieron a los representantes diplomáticos de los países democráticos que llegaban para asistir a la ceremonia oficial, en contraste con las aclamaciones que recibían los embajadores portadores de los placemes del marxismo internacional.”
Según las crónicas de la época, fue todo tan escandaloso que tuvo que suspenderse el desfile militar, pero lo mas interesante de todo esto, fue que mientras los acontecimientos detallados se desarrollaban en las afueras de la Casa de Gobierno en el Salón Blanco se producía el traspaso de mando.
Luego las masas se trasladaron hacia Villa Devoto donde en las afueras de la cárcel exigieron la liberación de los dirigentes terroristas presos. Estuvieron desde la tarde hasta la noche, cuando los cabecillas fueron liberados.
Esto ocurrió un día antes, que el congreso de la nación dictara la ley de amnistía.
Así fue como comenzó el gobierno de Héctor Cámpora.
Dentro de los hechos más relevantes de este breve gobierno, se puede destacar que el presidente le reconoció a los Montoneros su contribución otorgándoles a muchos de sus integrantes importantes puestos en el gobierno. También reemplazó a toda la plana mayor del Ejército, haciendo fracasar la “salida honorable” planeada por Lanusse.
Fue asistido en el ministerio del Interior por el Dr. Righi y en la Chancillería por el Dr. Puig. Mientras que Gelbard fue nombrado en economía y López Rega fue nombrado en Bienestar Social.
Al día siguiente cuando se pensó que lo peor había pasado, reparticiones publicas fueron tomadas por asalto, las emisoras de radio y televisión también fueron tomadas.
Similar suerte corrieron talleres y fabricas tanto en la Capital Federal como en el Gran. Buenos Aires.
Lo peor ocurrió en las Universidad, hubo profesores que fueron sacados a los empujones de sus cátedras y en la vía publica se dictaban clases por los revolucionarios.
El Ministro del Interior había dado la orden a la policía de no reprimir, porque pensaba que solo se trataba de expresiones de democracia luego de tantos años de opresión, y se las mismas se calmarían solas.
En medio de todo este caos el Presidente recorría las calles para recibir aclamaciones populares.
López Rega junto con su yerno, el fututo presidente de la Nación Raúl Lastiri, quien por entonces era el Presidente de la Cámara de Diputados, hablo con Ricci, Secretario Gral. de la CGT y con Lorenzo Miguel y juntos partieron el 13 de junio hacia Madrid para poner al tanto de lo que estaba ocurriendo a Perón.
Perón se sobresalto, pero mayor fue su asombro y preocupación cuando López Rega “le revelo que en ciertos sectores del ejercito comenzaba a advertirse una tendencia proclive a la confraternización con la juventud enrolada en las filas izquierdistas (las impresiones de López Rega quedaron confirmadas mas tarde cuando en lo que se llamo el “Operativo Dorrego” aparecieron formaciones Montoneras con sus binchas distintivas desfilando junto a los soldados del ejercito…)” (pag. de Irigoyen a Alfonsin de Felix H. Laiño, editorial Pluz Ultra).
En un primer momento Perón resolvió llamar a Campora para que le rindiera las explicaciones del caso, pero resolvió viajar personalmente a Buenos Aires.
El 20 de junio fue la fecha pactada para su llegada al país.
En Ezeiza familias enteras se trasladaron hacia allí para recibir al líder del movimiento obrero, muchos acamparon en lugares próximos a donde Perón daría su primer discurso en suelo argentino, desde la noche anterior.
Cerca de un millón de personas arribaron al lugar.
Cerca del mediodía se pudo observar que en orno la palco oficial habían tomado posiciones grupos disciplinarios.
Simultáneamente, se vieron llegar columnas que avanzaban hacia el palco en actitud desafiante.
La batalla que se desarrollo a continuación fue un verdadero baño de sangre, pues las columnas de Montoneros, FAR y JP fueron ametralladas por elementos de la derecha justicialista (que mas tarde integrarían la Triple A), teniendo un saldo de 25 muertos.
Es importante resaltar que el combate se desarrollo ante la multitud que había ido a recibir a Perón, quienes desorientados en medio del caos generado, atinaron a resguardarse de los disparos.
Fue en ese momento que el vicepresidente se comunico con el avión que trasladaba a Perón poniéndolo al tanto de lo sucedido, hecho que motivara el desvió del trayecto del avión hacia el aeródromo Militar de Morón.

Pese a que los autores de la masacre eran conocidos y sus rostros fueron fotografiados y posteriormente publicados, Perón no hizo nada al respecto.
Esa noche Perón apareció en la televisión y pronunció su primer discurso.
La suerte de Campora estaba echada, el 13 de julio renuncio Campora y su vicepresidente Solano Lima.
Asumiendo la Presidencia de la Nación Raúl Lastiri, luego de enviar al Vicepresidente del Senado Dr. Diaz Biallet de viaje en una oportuna misión diplomática en el exterior.

LOS TRES MESES DE LASTIRI.

Nadie podía pedirle otra cosa al nuevo presidente que la convocatoria a elecciones.
El problema principal radicaba en quien iba a acompañar a Perón en la formula presidencial. Sobre el tema se desato una lucha apasionada, donde cualquier decisión podía desatar en conflicto.
Pero el 4 de agosto, fecha de la realización de una convención partidaria estaba decidido que la Sra. Martines esposa del General ocuparía ese lugar.
Por aquellos días, circulo la versión de que Perón escogio a Ricardo Balbín como su vice, pero no existen elementos de prueba alguno.

LOS NUEVE MESES DE PERÓN Y SU FALLECIMIENTO.

En las elecciones nacionales de septiembre de 1973, la fórmula Perón-Perón obtuvo el 61.85% de los votos; el otro 24,34 % correspondió a la UCR que presentó como candidato a Ricardo Balbín acompañado por un muy joven Fernando de la Rúa, quien por ese entonces era senador por la Capital, gracias al triunfo obtenido en abril del 73. La confederación de partidos provinciales encabezada por Manrique obtuvo el 12 % restante de los votos.
El 12 de octubre de ese año, asumió el gobierno Juan Domingo Perón, luciendo su flamante uniforme de Teniente General, cuyo uso había sido devuelto por un decreto dictado por el ex presidente Campora.
Al día siguiente de la celebración de su victoria, Rucci murió asesinado por un comando Montonero, era el jefe de la CGT peronista.
Es importante resaltar que pese a los rumores que indicaban que Perón se encontraba gravemente enfermo, se dio a publicidad un comunicado donde se informaba, que el mismo se había sometido a un chequeo medico, realizado por los Dres. Taiana y Cossio, clínico y cardiólogo, respectivamente, que había arrogado un resultado satisfactorio.
Como primera mediada busco ordenar el complejo cuadro de fuerzas políticas y sociales movilizadas desde 1969. Se traba de encausar las expectativas y los conflictos acumulados por casi veinte años de enfrentamientos, y agudizados en los últimos años de la Revolución Argentina.
El plan de Perón tenia su base en dos ideas centrales: el acuerdo político y el pacto social.
El primero de ellos fue el más fácil de lograr, en gran parte por la gran predisposición del Radicalismo para aceptar un papel secundario o subordinado. La consigna “el que gana gobierna, el que pierde ayuda” ponía de resalto la actitud básica de la oposición política para colaborar con la normalización institucional del país.
Pero a decir verdad y aunque parezca mentira la conciliación y la unidad nacional perseguida encontraron sus principales aliados en los partidos políticos opositores, que entre las muchas de las fuerzas de coalición peronista.
El otro bastión de su gestión se baso en encarar el problema económico. Tuvo la idea de forjar un “pacto social” para que trabajadores y empresarios bajo la tutela del Estado, fijaran pautas destinadas a la conciliación de sus interés.
Gelbard, ministro de economía, que había sido ratificado en su cargo, tomo a su cargo la difícil tarea y tras algunas reuniones quedo concertado el “pacto social”, cuyo primer objetivo fue combatir la inflación.
Dentro de este periodo los salarios fueron aumentados en un veinte por ciento mucho menos de lo esperado por la CGT, las negociaciones colectivas fueron suspendidas por dos años y se estableció un rígido control de los precios.
Durante los primeros meses, todo parecía salir a pedido de boca.
Se procedió a nacionalizar los depósitos bancarios, a fin de que todo crédito fuera orientado desde el Banco Central, se dicto una ley de inversiones extranjeras más limitativa que la vigente por ese entonces, se realizaron obras publicas para combatir el desempleos, se firmaron varios tratados y convenios con varios países europeos, que posibilito el envió de productos argentinos que genero un superávit de 1030 millones de dólares, recurrió a créditos que fueron otorgados por el BID.
Cuando la situación empezó a mejorar se produjo un aumento en el barril del petróleo. El aumento fue establecido por OPEP (conformada por países árabes y Venezuela), produjo un aumento del precio de los combustibles, tarifas de electricidad, gas, transportes y desabastecimientos, por lo que subió el costo de vida.
Los industriales se encontraban con que los insumos importados valían mas y que ellos no podían aumentar los precios por culpa del “Pacto Social”.
El “Pacto Social” empezó a desmoronarse, la CGT y la CGE vieron minadas su posibilidad de asegurar esta condición y fueron superadas por sus bases.
El conflicto entre capital y trabajo pasó a dirimirse en el ámbito de las empresas, transgrediendo los topes salariales y los controles de precios fueron violados cada vez mas con mayor frecuencia.
Entre tanto, la izquierda le declaraba la guerra al gobierno. El 19 de Enero de 1974 el ERP, en un audaz operativo, intento copar el Regimiento de Tanques de Azul.
Este ataque trajo como consecuencia, la renuncia del gobernador de la Provincia de Bs. As., quien fue reemplazado por el vice gobernador.
El mes de Enero estuvo señalado por una serie de atentados terroristas.
El 25 de Enero la Cámara de Diputados sancionó una ley castigando con severas penas los atentados terroristas, mediante una reforma al Código Penal. Ocho diputados de la Juventud Peronista renunciaron a sus Bancas en desacuerdo con la sanción de la ley.
Perón los recibió e intentó un dialogo persuasivo, fracasando el mismo.
Como consecuencia de esto último, se produjeron una serie de atentados terroristas en unidades básicas.
Fue entonces cuando López Rega, que era un policía retirado, creó la Triple A (Acción Anticomunista Argentino), encargada de la represión de la guerrilla. Estaba conformada por ex policías y ex guardia cárceles.
En este escuadrón de la muerte adquirieron experiencia muchos de los que después integrarían las brigadas de represión del proceso.
El 11 de Marzo fue muerto a balazos en la vía pública el padre Mujica, se dijo que fue la primera victima de la Triple A.
El 23 de marzo, luego de concurrir a una visita al médico, en la avenida Callao, cayo muerto a balazos el dirigente gremial Coria.
El mes de Abril no cesó la violencia, que por aquel entonces tenia dos vertientes: la izquierda combativa y la Triple A.
El primero de Mayo de 1974, desde temprano empezó a llegar gente de todos lados, no solamente de la Capital y del Gran Buenos Aires, sino también del interior del país y lo que iba a ser una gran fiesta popular se vio teñido de gris, cuando cerca del mediodía empezaron a arribar formaciones, en un número aproximado a 5.000 personas, quienes desplegaron carteles de Montoneros; quienes comenzaron a vocear consignas poco tranquilizadoras con alusiones despectiva para López Rega y otros miembros del gobierno.
Pero lo peor sucedió cuando en el balcón de la casa de gobierno apareció la Sra. de Perón, porque fue recibida por una gran silbatina.
La reacción de perón no se hizo esperar y fue cuando pronunció aquellas palabras que pasarían a la historia “estos imberbes que molestan nos quieren enseñar lo que debemos hacer después de 20 años de lucha”.

Luego de un fuerte intercambio de palabras los insurrectos se retiraron de la Plaza de Mayo.
Este fue un duro revez para Perón, pues el movimiento peronista fue fracturado.
La salud de Perón empezó a empeorar.
No eran días tranquilos, el “Pacto Social” y la inflación cero habían fracasado trayendo secuelas de protestas, paros y huelgas. Perón se vio obligado a recurrir a sus mejor arma; en un mensaje en el que critico a los gremialistas impacientes y a los empresarios inescrupulosos, en donde amenazó con renunciar cansado de tanta incomprensión.
La CGT respondió con un paro general en adhesión al presidente y convocatoria a la Plaza de Mayo.
Disuadido de renunciar, presenció el 12 de Junio desde los balcones de la casa de gobierno y protegido por un cristal antibalas, el mitin de solidaridad que congrego, como era de esperar, a una gran multitud.
Esta sería su última aparición en público.
El 22 de junio se anunció que el General padecía de un estado gripal y 48 horas mas tarde delegó el mando en la vicepresidenta.
El día 1 de Julio de 1974 falleció Perón, el anunció fue realizado por su esposa.
¿ Dejó Perón testamento político? La respuesta es totalmente negativa, aún cuando hubo testigos que en la delegación del mando lo oyeron decir a su esposa:
-Cualquier problema, lo consultas a Balbín.
López Rega se encargaría que nunca llegará ese momento.

MUERTE DE PERON DUELO POPULAR
El lunes 1 Julio de 1974 amanece sobre Buenos Aires. Una calma tensa y opresiva parece flotar en el ambiente. Sobre el mediodía, las radios dejan escuchar la voz de Isabel Martínez, pronunciado las palabras temidas: Perón ha muerto. El país comienza a paralizarse.
El hombre que lleno la política argentina durante tres décadas, el que expreso la tumultuosa irrupción del proletariado en el ámbito de la vida nacional penetra lentamente en la historia.
La CGT y las 62 Organizaciones disponen un para nacional. El duelo nacional es decretado. La Argentina había perdido a un caudillo sin parangón de siglo.
El país parecía no decidirse a recobrar su habitualidad. El jefe había muerto y el temor de un futuro inmediato era indisimulable.
La oligarquía festejaba. Lo mas agudos observadores de las facciones antipopulares sabía que de allí en adelante todo sería mas fácil.
A partir de ese momento Isabel asume la conducción del gobierno.

EL PELIGRO DEL VACIO POLÍTICO.
El radicalismo, tras sus acercamientos al gobierno peronista, comienza a reconsiderar sus posibilidades.
Pareció un momento en que el radicalismo y su jefe se habían constituido en la mayoría del país y que el peronismo amputada su cabeza, no era más que una minoría atacada de parálisis.
Ante el desconcierto que cundía en el partido gobernante se abría una especie de vacío. Se temía el caos, se agitaba el fantasma del golpe militar. Por eso parecía que la prioridad indiscutible era preservar la continuidad institucional.
Las fuerzas armadas adoptarían una actitud de neutralidad, y se mantenían por la preservación de las instituciones. Pero la escena política que Perón había dejado vacío no podía llenarse solo con la subsistencia formal de las instituciones

EL VIRAJE ECONÓMICO Y EL ABANDONO DEL PROYECTO PERONISTA.
Con la muerte de Perón la política económica de Gelbard se quedaba sin soportes, pues se rompía el acuerdo social sobre el cual cabalgaba. Un acuerdo que se había extendido hasta incluir a los sectores heterogéneos solo podía articularse en solo a la suma del poder político de Perón.
El programa de Gelbard despertaba la resistencia de los sectores empresariales, donde los grupos reformistas eran particularmente débiles frente al poder que conservaba la tradicional burguesía agraria, y los industriales.
En cuanto al sector obrero, que se había sustentado de sus política, ya no se encontraba comprometido con ella.
Junto con la muerto de Perón, en Julio de 1974 se cerraban los mercados europeos para las carnes argentinas y los precios de los productos primarios experimentaban un marcado descenso. Estas circunstancias motorizaban los embates de la burguesía agraria contra la conducción económica, que continuaba manteniendo un dólar subvaluado.
En esas condiciones, el gobierno encontró la posibilidad de desplazar a Gelbard.
El recambio del ministro de economía respondía al Lopezreguismo, a la necesidad de ir dominando el aparato gubernamental. Pero este grupo requería para ello ganar algún punto de apoyo firme. Ese sería el papel que cumpliría finalmente el gremialismo.
Así el sindicalismo colaboró eficazmente sobre Gelbard retirando su aval al anteproyecto de Ley Agraria y participo en la tarea de expugnar toda oposición interna en el movimiento.
A cambió de ese apoyo, la dirigencia gremial recibía la Ley de Contrato de Trabajo – promulgada en setiembre de 1974- y la eliminación del sindicalismo rebelde.
Isabel Perón encaró una reestructuración del gabinete, en el mes de octubre que alcanzó a Gelbard quien acuso razones de salud.
El reemplazo de Gelbard por Alfredo Gomez Morales, significaría un giro en la política económica. Gomez era un hombre que contaba con cierto aval de los organismos internacional de crédito especialmente Estados Unidos. Tras el éxito inicial la política de Gelbard había encontrado límites determinados, por la falta de profundización de los instrumentos que habían de posibilitar el crecimiento económico requerido. La falta de crecimiento y de inversión desataron inflación por insuficiencia de oferta.
Gomez Morales procuraría atacar la inflación en bases a las recetas proporcionadas por la ortodoxia monetaria. El Plan de Coyuntura elaborado por Economía contenía propuestas estabilizadoras y estabilización significaba amortiguar la inflación de cualquier manera.
Pero las recetas recesivas no solo no lograrían contener la inflación sino que agravarían el cuadro, al encarecerse el dinero e incrementarse los costos financieros.
A la vez la depresión de la actividad económica y de la demanda interna debían aliviar las presiones sobre el sector interno.
Los precios máximos se mantenían aunque flexibilizados: procuraría evitar la repercusión de los aumentos en el costo de vida, disminuyendo los márgenes de ganancias de los gobernantes mediante la implementación de severos controles lo que no impediría el aumento del costo de vida.
La política agraria también se reestructuraría mejores precio para los reclamos del sector agrario.
El disgusto empresarial había crecido son la sanción de la Ley de Contrato de Trabajo. La ley recopilaba y reunía en un solo cuerpo distintas normas existentes en la materia incorporando nuevas disposiciones en general a favor del asalariado.
El otro punto débil era el sector externo, que preocupaba a Gomez Morales.
Al cerrase 1974 la deuda externa argentina en concepto de capital e intereses alcanzaba – de acuerdo a fuentes del Banco Central- a 8.100 millones de dólares. El dólar subvaluado, unido a la merma de la producción rural y al progresivo abandono de la apertura comercial hacia el Oeste habían revertido la tendencia que la balanza comercial demostraba desfavorables. El primer trimestre de 1975 exhibiría un déficit de 135 millones de dólares ante el superávit de 289 millones de dólares ante los superávit de 257 millones de dólares del año 1973.
El crecimiento de las importaciones producido hasta 1974 y principios de 1975 así como el turismo al exterior hacían decrecer las divisas con rapidez.
La sobrefacturación en las importaciones constituía un mecanismo de evasión que posibilitaba el aprovechamiento de la brecha existente entre el mercado cambiario y el paralelo.

LA VIOLENCIA.
En tanto la violencia seguía creciendo. En junio de 1974 a poco muerto Perón era asesinado el ex ministro del Interior Arturo Mor Roig. Luego cae víctima de otro atentado Rodolfo Ortega Peña historiados y diputado de la izquierda peronista. También es muerto el abogado marxista Silvio Frondizi por las tres A. Se producen en el noroeste del país nuevos operativos guerrilleros que cobran víctimas militares. Un artefacto explosivo estalla en el domicilio del rector de la UBA, Laguzzi, cortando la vida de su hijo de corta edad. Uno de los hechos mas resonante se produce en octubre de 1974 cuando Montoneros coloca una bomba en la lancha del jefe de Policía comisario Villar quien pierde la vida junto a su esposa.
Cierto diario confeccionaba una estadística según la cual en la Argentina se producía un crimen político cada 19 horas.
En un extremo aquello que pretendían el cambio total, la ruptura de lo parecía pensar que golpeando al adversario y a las fuerzas representantes del orden querían demoler generarían las condiciones de ese cambio. Actuando en la ilegalidad, impedida de manifestarse sino por los canales característicos de tal situación – volantes, pintadas- se ve reducida a la expresión violenta de la acción de los montoneros y no pueden plantearse objetivos claros y visibles. En realidad solo conseguían generar un sentimiento de repulsa en la mayoría así como promover justificaciones para la otra violencia que se ejecutaba en el extremo opuesto.
Porque desde el Estado también se amparaba el terrorismo. Nadie ignoraba que operaban bandas armadas por el Ministerio de Bienestar Social grupos de carácter policial. Había para ese terrorismo una actitud tolerante, que permitía que los hechos quedarán impunes.
Esa violencia que se realimentaba y crecía esa devaluación de la vida, producía una especie de insensibilidad en toda la sociedad.
La necesidad de restablecer el orden se trocaría en la única preocupación y la incapacidad de hacerlo implicaría un riesgo de ser desplazado del poder. Entonces el gobierno se iría pareciendo cada vez mas al régimen anterior.

EL RODRIGAZO Y LOS SUCESOS DE 1975
El año 1975 se ha iniciado con un clima político denso y enrarecido. Sin embargo, los sucesos detonantes se producirían unos meses mas tarde.
El notorio deterioro salarial ante la escalada de precios había encendido la inquietud salarial. Las comisiones paritarias debían reunirse a principios de 1975, y se preveía el acuerdo ante los trabajadores y empresarios no sería fácil de lograr. La convocatoria de gobierno, en febrero no estableció topes a la discusión salarial. En marzo, el Ministerio de Economía concedió un aumento masivo de emergencia, bajo presión salarial, que alcanzó $400 mensuales. Los conflictos laborales se multiplicaban. En ese clima, el sector gremial se veía obligado a obtener en las paritarias resultados visibles. Sin embargo, en el mes de mayo se arribo a un acuerdo, que se aproximaba bastante al solicitado por el sector sindical: habría aumento masivo y uniforme del 38 por ciento.
El aumento superaba largamente las previsiones de Gomez Morales, que además carecía de sustento político. Percibiendo su falta de apoyo en el gobierno y la inviabilidad de su plan, el ministro renunció antes que se llegará a firmar los acuerdos.
El 2 de junio Celestino Rodrigo –hombre llegado a Lopez Rega – ocupaba la conflictiva cartera vacante. Con ese nombramiento Lopez Rega se convertiría en el verdadero poder tras el trono. El plan económico de Rodrigo consistía en la aplicación de una política de “shock”, destinada a desacelerar la inflación y supuestamente estimular la inversión mediante el aumento de rentabilidad. Para ello procuraría una subida y violenta contracción de salario real y aumento generalizado de las tarifas de los servicios públicos y combustibles, con una lógica consecuencia de incremento generalizadas de precios en todos los productos. La intervención quirúrgica para la economía enferma que pretendía aplicar Rodrigo suplantaba la recete gradualista de Gomez Morales, pero estaba destinada a fracasar. Una política francamente impopular, lesiva para el sector asalariado, hubiera sido mucho más fácil de aplicar para cualquier otro gobierno que para el peronismo. La presencia de los gremios como factor de poder inhibiría al gobierno en tal sentido.
Posteriormente, las corrientes la opinión pública harían el descargo del desafortunado ministro, señalando que todo su pecado consistió en sincerar las variables económicas que sus predecesores habían mantenido en silencio. Rodrigo devaluó al 100%, las tarifas públicas y los precios de los combustibles ascendieron un 175%. Desde esa óptica, aquello que se dio en llamar Rodrigazo no hacía sino desnudar las debilidades de la inflación cero.
Era evidente que poco quedaba del proyecto delineado en el Pan Trienal, que proponía trasladar el eje de la economía al Estado y al empresariado nacional.
“La devaluación impuesta por Rodrigo beneficiaba a los exportadores de cereales, a los ganaderos, y tendía la concentración del capital industrial. La modificación cambiaria implicaba una traslación de los ingresos a sectores que desde hacia años se sentían perjudicados. La suba de precios y el intento de congelar salarios operaba una rápida transferencia de ingresos desde los asalariados hacia el sector rural y exportador. En pocas semanas hacia su aparición otro fenómeno la estaflación o stangflation (inflación con estancamiento).
Al conocerse las primeras medidas y los primeros aumentos de precios, las negociaciones salariales s paralizaron. La dirigencia gremial no podía firmar nada en torno al incremento del 38% que quedaba largamente superado.
El ministro ofertó el 45% que tampoco encontró eco favorable. Finalmente el gobierno dejo liberado el nivel de los salarios a los acuerdos entre las partes. Los aumentos logrados por los gremios superaron desde el 60% u 80% hasta el 200% en el caso de las organizaciones más poderosas.
Sin embargo la indefinición se prolongaba. Homologar los aumentos surgidos de las paritarias implicaba dar un por tierra con el plan de Rodrigo.
El descontento obrero crece. Las bases amenazaban desbordar a los dirigentes y la cúpula no puede permitirse un paso atrás.
El 27 de junio, la CGT y Las 62 Organizaciones convocan a una concentración de trabajadores en Plaza de Mayo. Largas columnas provenientes del cinturón industrial se aproximaban al centro de la ciudad. Muchos espontáneamente se suman a la concentración. El carácter de la manifestación es inequívoco. Violentos y agresivos estribillos de repudio a la gestión económica y a la persona de Ministro de Bienestar Social Jose Lopez Rega. Se exige su alejamiento y el del ministro de economía y la presencia de la presidente en el Balcón de la Casa Rosada, para dar una respuesta. Los gremios que habían impulsado aquella demostración, buscaban que Isabel se definiera al presionarla de ese modo. Pero la presidenta no se hace presente.
La jornada transcurre y no hay definición. Pero a última hora de la tarde, la cúpula cegetetista es convocada a la residencia presidencial de Olivos. Allí se le expresa a la presidenta el reclamo gremial en forma directa homologar los acuerdos.
La presidente el 28 de junio da a conocer su determinación, las paritarias son anuladas y se otorga un aumento general del 50% y un 15% mas en octubre de 1976. El 4 de Julio luego de reunida la CGT adopta la determinación de un paro por 48 horas a partir del 7 de Julio. Desde las esferas oficiales se tienden líneas para llegar a una negociación. Cuando se está cumpliendo el segundo día del paro de actividades absoluto en todo el país el gobierno cede los acuerdos son homologados. Poco después Celestino Rodrigo y Lopez Rega renuncian a sus cargos. Al abandonar el país el hombre fuerte del gobierno parece resolverse una de las grandes contradicciones internas de gobierno: la que enfrentaba al influyente ministro con el movimiento obrero. Pero al mismo tiempo aparece cada vez más debilitada la figura de Isabel.

LOS DIAS DE BONNANI
El 22 de julio de 1975 Pedro Bonnani ocupo el Ministerio de Economía. Duraría 20 días en el cargo. A poco de asumir Bonnani visito la CGT, contrayendo allí el compromiso de “encuadrar la política económica dentro del planeamiento del plan trienal”.
En las condiciones en las que había de desempeñarse el nuevo ministro no podía sino buscar el apoyo de la única fuente de poder aparentemente sólida: la central sindical. En principio la obtuvo, pues la CGT consideró – y proclamo- que Bonnani retomaba la línea histórica del justicialismo.
En tanto la CGT y las 62 Organizaciones habían hecho llegar a la presidente un documento con pautas económicas. En el mismo se propondría el congelamiento e precios, el restablecimiento de subsidios a determinados bienes de consumo, el ajuste periódico de los salarios, la nacionalización del comercio exterior y de ciertas empresas, así como del sistema financiero y la instrumentación de líneas de créditos de fomento industrial. “El estado debe cumplir una función rectora, precursora y empresarial, actuando como gestor de los intereses colectivos”, afirmaba el plan. Se trataba de retomar el espíritu del programa de 1973, tal como –conciertas diferencias – lo propondría la UCR algunos días mas tarde.

EL INTENTO DE CAFIERO. EN BUSQUEDA DEL TIEMPO PERDIDO.
Durante el segundo semestre de 1975 se habían agudizado los conflictos internos en el gobierno. Las voces disidentes se dejaban oír con mayor insistencia. Al mismo tiempo la oposición dinamizaba su ofensiva. Comenzaban las denuncian sobre corrupción administrativa en las que se implicaba a Isabel Perón. A esa situación se sumaba la difícil coyuntura económica, caracterizada por la recesión y por una inflación que alcanzaría elevadas cifras en noviembre de 1975. En ese contexto Antonio Cafiero se hizo cargo del Ministerio de Economía en Agosto de 1975.
Cafiero contaba con el decisivo aval de los sectores gremiales. Su intento consistiera globalmente en reconstruir el acuerdismo, basándose en el margen de maniobras que le otorgaba el visto bueno del sindicalismo y la CGE. Por un lado, el deterioro de los niveles salariales, y la agitación obrera ponían al sindicalismo mas en situación de reclamar que de concentrar. Por otra parte en los primeros días de agosto se había producido una fractura en el seno del empresariado, dando lugar a la constitución de la APEGE (Asamblea Permanente de Entidad Gremiales Empresarias) El nuevo organismo – que disputaba la CGE la representación del sector – pasaría a liderar la ofensiva empresarial contra el peronismo.
No obstante estas circunstancias adversas Cafiero asumió su tarea con optimismo. Su programa debió centrarse forzosamente en atender el desequilibrio externo. Entre fines de 1975 y principios de 1976 se nucleaban importantes vencimientos que el país debía cancelar. Para ello Cafiero recurrió las minis devaluaciones tendientes a mejorar el tipo de cambio exportador.
Pero el efecto fue inflacionario al incidir sobre el costo del insumos importados. Estableció tipos de cambio comercial y financieros. Pero se desataría la especulación en torno al “Dólar Negro”, que alcanzó valores del 121% sobre el mejor tipo de cambio oficial. Se instrumentaron reembolsos para las exportaciones no tradicionales. Sin embargo era bueno tener en cuenta que las beneficiaras de esas medidas eran las mismas grandes empresas multinacionales que adquirían insumos sobrefacturados o pagaban royalties y giraban utilidades a esas matrices. El estímulo a los SWAPS fue otro instrumento tendientes a aliviar a corto plazo el flanco externo, pero que revirtió en un constante drenaje de recursos para el banco central.
De todos modos debieron encararse negociaciones con los organismos internacionales, que siempre habían despertado desconfianza en el peronismo. En otros aspectos Cafiero se proponía activas las obrar publicas, mantener la ocupación, otorgar créditos para el pago de salarios, controlar los costos de las empresas lideres. La reposición de los mecanismos institucionales del acuerdo debía mantener bajo control la inflación. Todos los propósitos quedarían en el camino, faltaba la necesaria estabilidad política para reorientar el proceso económico.

LA LICENCIA PRISIDENCIAL.
El 13 de setiembre Isabel solicito y obtuvo de la legislatura una licencia por cuestiones de salud. Delego el mando en el presidente del senado, Dr. Italo Luder.
En momento en que los embates de la posición arreciaban nuevamente en especial contra la figura presidencial, el recambio permitió una cierta distensión. La imagen moderada de Luder resultaba potable a los partidos opositores, que veían en él una expresión de peronismo “sensato” y también satisfacía al gremialismo. Luder había sido elegido presidente del sanado en la campaña de “saneamiento interno” – que tras el alejamiento de Lopez Rega también había precipitado la renuncia de Raul Lastiri a la presidencia de la cámara de diputados.
Había dos caminos posibles: uno que la presidente “reinara pero no gobernara”, suplantando el gabinete privado que la asesoraba. Vale decir un consejo de notables que gobernara a través de Isabel, procurando un entendimiento con la oposición política y con las fuerzas empresarias, con apoyo sindical. El otro camino era la posibilidad de que Isabel no retornara al poder, y en ese caso Luder desempeñaría un gobierno con ese signo.
Luder actúo con un presidente con plenitud de poder produciendo grandes cambios en el gabinete presidencial.
Hacia mediados de Octubre Isabel volvió ocupo nuevamente su situal y ejerció nuevamente su poder.

LAS CONDICIONES QUE PROPICIABAN EL GOLPE.
Por esos días se acentuaron las disidencias y la división interna del peronismo. Tanto en el congreso como en los debates intrapartidarios se bajaron numerosas posibilidades, que excluían el eventual juicio político a la presidente. Sin embargo nunca llego a manifestarse. La continuidad de Isabel en el gobierno tuvo bastante que ver con el apoyo que continuaba brindándole el gremialismo y las 62 Organizaciones.
La corrupción y el peculado no eran nuevos en el peronismo. Pero tampoco le eran privativos. La corrupción publica había existido antes y existiría después. Pero ese siempre había sido un flanco especialmente vulnerable a los ataques de la oposición.
El recrudecimiento ofensivo de la guerrilla agregaban un ingrediente sangriento a la situación. La violencia instalada desde hace un tiempo atrás en la Argentina, alcanzada una magnitud sin precedentes y proporcionaba las justificaciones necesarios para quienes alentaban la interrupción del proceso “manu militare”.
El corto plazo que medio desde principio d 1973 a fines de 1975 había tenido lugar un intenso proceso de composición de poder civil. Lejos de desaparecer, los conflictos que anidaban a la sociedad y el partido gobernante se habían agudizado, tendiendo cada vez mas a dirimirse en forma violenta.
Si en 1973 existía una tendencia a adjudicar a la sola presencia de un gobierno democrático y popular un poder providencial para resolver los profundos problemas existentes ahora ocurría lo inverso. Si antes todo dependía de la retirada del poder militar ahora se caía en el absurdo de pensar en la reconstrucción de ese mismo poder militar permitiría retrotraer al país a la normalidad.

EL OFICIALISMO SIN BASES NI COHESION
Al epilogar 1975 podía afirmarse que el partido gobernante había quedado reducido a una superestructura cuyo basamento ya no existía.
La alianza política aparecía rota. El MID declaraba vaciado e inexistente el FREJULI y tomaba distancia. El radicalismo sugería en el Senado una prolongada licencia presidencial y obtenía la adhesión de buena parte del partido justicialista. La presidencia había buscado atenuar el discenso invitando a dialogar a Olivos a los rebeldes.
No cabía duda de que la paralización del profeso abierto en 1973 había provocado la orfandad del gobierno elegido por la mayoría.
Los trabajadores que habían visto descender su nivel de vida y paralizarse el proceso de distribución originariamente encarado, ya no se sentían representados. El sector gremial no podía dejar de demostrar su disconformidad al ser desoídos sus reclamos. La clase media aterrorizada por la crisis que deterioraba sus ingresos retornaba a su ancestral apego al orden y era fácil presa de la prédica a los grupos reaccionarios que atribuían a los males de la “demagogia” y el “dirigismo”. A pesar de su “quietismo” el peronismo no satisfacía a los sectores económicos más poderosos que le eran y tradicionalmente adversos y que aprovechaban su debilidad para atacarlo.

LA PROXIMIDAD DEL FIN
A nadie se le escapa que las condiciones del golpe estaban creadas. Frente a la instancia golpista ya inminente los diarios anticipaban como los distintos sectores adoptaban posiciones disímiles:
– La clase obrera no era golpista pero tampoco era ya el sostén del gobierno. Desalentada y desorientada asumía una actitud de espectadora pasiva de un proceso en el cual no se sentía partícipe.
– Los sectores medios habían sido hábilmente inducidos por la prensa a visualizar al populismo gobernante como única y diabólica causa de todos los males.
– Las fuerzas armadas, al disponerse a intervenir, no podían explicar claramente su plan económico y político, pero la corrupción y la venalidad del gobierno por un lado y los excesos terroristas le proveían justificaciones.
– Finalmente los sectores que detentaban el poder económico – grandes propietarios agrícolas, empresarios ligados al capital extranjero – eran los que más claramente se definan por el golpe contra el populismo.


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2 Comentarios en “LA TERCERA ETAPA PERONISTA (1973-76)

  • HUGO ROGELIO CARDOZO

    Tengo 63 años de edad y creo que todo lo comentado en el presente artículo, no se compadece con la realidad que se vivió en ese tiempo. Se confunde la fecha de la tercera presidencia del GENERAL JUAN DOMINGO PERON, con la muerte del único líder sindical que tuvo este país de nombre y apellido JOSE IGNACIO RUCCI, y es precisamente que el día domingo 23 de Septiembre de 1973, en un acto eleccionario se produce el regreso mediante la urnas del General, al Gobierno.- El día lunes 24 de Septiembre de 1973, se conmemora el día de la VIRGEN DE LA MERCED Generala del Ejército Argentino y el día martes 25 de Septiembre de 1973, se produce el vil y cruel asesinato de JOSE IGNACIO RUCCI, a manos de la SUBVERSION ARGENTINA, los «héroes que se auto-proscribieron» por que disponían de fondos suficientes para abandonar Argentina y pasar su periplo»de clandestinidad» en el extranjero, gozando de las regalías de la vida. En este artículo, nada se dice sobrela muerte de RUCCI, que, es verdaderamente donde le cortaron las manos al GENERAL PERON.- Tampoco se expresa con sinceridad de que PERON no quería ser PRESIDENTE, de ahí el slogan que rezaba «CAMPORA AL GOBIERNO, PERON AL PODER». Si el ilustre Peronismo, no conoce con profundidad meridiana esta situación, verdaderamente tenemos que hacer la urras y ausentarnos de este mundo, por que nada aprendimos de PERONISMO».- Se dice que PERON le expreara a la «pobre» mujer que tenía de esposa, que cualquier cosa hablara con BALBIN, no es cierto, lo que peron LE RECOMENDÓ A SU MUJER FUÉ QUE CUANDO TUVIERA ALGUNA DUDA QUE, AL UNICO QUE PODIA PREGUNTARLE ERA A DAMASQUITO. Y precisamente fue a este hombre a quien nunca preguntó, no consultó, ya que su ideólogo preferido fue el Brujo JOSE LOPEZ REGA, el CAIN BIBLICO, EL NERON DE ROMA, lo más nefasto que tuvo nuestro país, junto al cuervo ROJAS y a PEDRO EUGENIO ARAMBURU.- Nada dice este artículo, que con fecha 1 de Febrero de 1974, el GENERAL, lo designa al CORONEL VICENTE DAMASCO, su colaborador ideológico y directo del PROYECTO NACIONAL Y MODELO ARGENTINO, haciendolo por decreto, a los fines de su concreción.- Este buen hombre PERONISTA DE LEY, como Vicente Damasco, después de la muerte del General PERON, fue puesto como MINISTRO DEL INTERIOR, durando pocos días en su ministerio, en razón del problema que se había suscitado en la FUERZA EJERCITO, con su designación y el día de su cumpleañose, el 25 de Agosto del año 1975, se produce su relevo del ministerio que conducía y se lo pasa a retiro.- En ese momento el mal nacido de jorge rafael videla, se había «levantado» en contra del Jefe de Ejército que por ese entonces comandaba NUMA LAPLANE, y cuando fue a consultar a Isabel, el mismo `pidió el retiro, por que con el mismo, pasaba a ocupar la jefatura de ejército el GENERAL CACERS y que no se hacía problemas, por cuanto CACERES era de extracción PERONISTA.- De esa manera pasa a retiro el caradura de jorge rafael videla, pero ocurre que entre los LUDER(MANN), BITTEL, LORENZO MIGUEL, ROSAURA ISALAS, HERMINIO IGLESIA y algunos otros personajes, cuando fueron a ver a Isabel, dejaron a CACERES en su casa, rompieron el decreto de retro de videla y lo catapultaron al éxito designándolo jefe del ejército. Aquí precisamente se pergeña el golpe de Estado, que ya había sido elaborado, con el «descanso» detención, de Isabel en ASCOCHINGA, cuando vino con las mujeres de videla, massera y agosti. Después de pergeñado el golpe de estado, hicieron el cierco del levantamiento de morón el día 25 de Noviembre de 1975, donde por uno de los portones de entrada, fue el mal nacido de juan carlos onganía, a demostrar su beneplácito, con quien era el ejefe del alzamiento de morón, el por entonces COMODORO JESUS ORLAN DO CAPELLINI, que luego de la persuación producida por los jefes del arma, negoció avdicando provisoriamente y después del golpe del 24 de Marzo de 1976, llegó a ser BRIGADIER jefe de la GUARNICION AEREA CORDOBA.- Pero para no irme por las ramas y volviendo al CORONEL VICENTE DAMASCO, debo decir que el GENERAL PERON, confió ampliamente en su capacidad y lealtad, puesto que quizo hacer lo mismo que hizo el GENERAL FARREL con él cuando era el CORONEL PERON. Lamentablemente el tiempo biológico de su vida y los traidores no se lo permitieron y su mujer no lo supo entender, por que en definitiva lo que menos tuvo fue capacidad humana y con más razón política y social.- El CORONEL amigo DAMASCO, fue designado Embajador en VENEZUELA y cuando vino el golpe, pasó a integrar una de las celdas del penal de magdalena, todo por ser LEAL Y PERONISTA BIEN NACIDO y además por ser el IDEOLOGO, MENTOR Y COLABORADOR DEL GEERAL PERON, en la construcción del PROYECTO NACIONAL, Y MODELO ARGENTINO. No se los peronistas más iluestres, tendrán conocimiento sobre el particular, pero les voy a contar que después del fracaso de MALVINAS, fue visitado en MAGDALENA, por los GENERALES GALTIERI Y BIGNONE, quienes le ofrecieron, hacerlo General y Presidente de la Nación, para que contuviera al pueblo Argentino, y el CONOREL FIEL A SUS REFLEJOS POLITICOS CON PRINCIPIOS, les contestó, si LLEGO A SER GENERAL, SERA POR EL CONGRESO DE LA NACION, Y SI LLEGO A SER PRESIDENTE DE LA NACION, SERA POR LOS VOTOS Y NO POR LA BOTAS.- Estas fraces lo pintan de cuerpo y alma a quien pudo ser el hombre designado por LEGADO para continuar con el PERONISMO, pero como siempre la prensa cipaya, confundió al populacho y le hizo creer que el único heredero de PERON era el pueblo, no haciendo la distinción, entre heredero Y LEGADO.- Desgraciadamente los mal nacidos que acompañaron al CORONEL DAMASCO, en la casa de ESTUDIOS SOCIALES, que tuvo en calle MARIO BRAVO 879, LO TRAICIONARON EN EL AÑO 1983, donde algunos de los que nos creemos con convencimiento propios -y por que así lo han demostrados los hechos hasta el día de la fecha- la ESCENCIA DEL PERONISMO, pretendimos con esfuerzos denodados hacerlo presidente de los argentinos y no pudimos por los intereses expúreos y mezquinos, como de los quintas columnas que se infiltraron para producir la primer estafa al pueblo argentino, nacional y peronista.-
    Espero que esto sierva para colaborar a llegar a la verdad real de la situación histórica-política de nuestro país que por las riquezas y los recursos naturales que tenemos como NACION, desconocemos que transitamos el PARAISO TERRENAL DEL MUNDO.-
    Hay demasiada tela parcortar respecto al PERONISMO, espero que se sepa interpretar con altruimos y buena fe, para nuestro bien y de todos nuestros conciudadanos, si son PERONISTAS, mejor aún.- VIVA LA PATRIA, VIVA PERON, VIVA EL SER NACIONAL del cual nunca nos debimos apartar. Vaya un gran y profundo abrazo para todo aquel PERONISTA DE LEY, DE PRINCIPIOS, DE DOCTRINA Y DE BUENA FE.-